comportamiento irracional

La mayoría de la gente corriente, al menos la que no nos caracterizamos por conocimientos en temas macroeconómicos, ya habíamos llegado a esa conclusión: los tan manidos mercados financieros no hay Cristo que los entienda… Lo preocupante es cuando es el Ministro de Economía el que asegura que la insostenible situación de la economía española, con una prima de riesgo disparada por encima de los 600 puntos, se debe a… ‘la irracionalidad de los mercados’.

La cuestión es que esa deriva a la irracionalidad de los mercados se ha producido así,… de repente,… sin darnos cuenta. Hace unos meses, antes de las elecciones, la explicación era de lo más racional: ‘la prima de riesgo en España se llama Rodríguez Zapatero’. Y ya está. Por lo tanto, muerto el perro se acabó la rabia… Pues parece que no.

Han pasado siete meses desde que el Partido Popular llegó al poder y la prima de riesgo ha subido casi 200 puntos en este periodo: se situaba en 464 el 21 de noviembre, el día después de las elecciones, y hoy, 24 de julio la prima se sitúa en torno a los 640 puntos. No se puede decir que el gobierno popular haya dado confianza a los mercados tal y como sostenía Soraya Sáenz de Santamaría el mismo día que aseguraba que la prima de riesgo española tenía nombre de presidente de Gobierno.

¿Y cómo se actúa desde un Gobierno ante un hecho irracional de los mercados financieros? Pues según De Guindos solo se puede subsanar con actuaciones que van ‘más allá de los Gobiernos’. Es decir, los problemas macroeconómicos de un país no se solucionan con decisiones políticas de su Gobierno sino que… los tienen que solucionar otras entidades no políticas. Soberanía política, sí; soberanía económica, no. La política supeditada a la economía. Y esto confirmado por el Ministro de Economía: todo muy lógico y racional.

Pero no estamos hablando de una entidad no política cualquier ni mucho menos desconocida. La mayoría de los expertos coincide en que el Banco Central Europeo es quien debería dar un paso al frente y, comprando deuda española, devolver la racionalidad a los mercados. Esos mismos expertos también coinciden en que la situación de la economía española comienza a ser insostenible a corto plazo y, de momento, el BCE no parece estar por la labor de intervenir. En esta situación no parece lo más racional que el Ministro de Asuntos Exteriores acuse al BCE, el mismo que parece ser el único capaz de salvarnos, de no hacer nada» para «parar el incendio de la deuda pública’ y catalogarlo de ‘banco clandestino’Quizá no le falte razón al Ministro García-Margallo en el fondo, pero desde luego le pierden las formas. Creo que al máximo representante de la diplomacia nacional se le debería exigir un comportamiento menos irracional.

Lo contrario de lo racional es lo irracional… y también lo pasional. Y precisamente eso fue lo que hizo Rajoy al presentar los durísimos recortes la semana pasada: apelar a lo pasional para justificar por qué está haciendo lo contrario de lo que prometió. Escuchar a tu Presidente de Gobierno decir que ‘los españoles no podemos elegir si hacer o no sacrificios. No tenemos esa libertad’ resulta desolador. Un país que no tiene libertad para tomar sus propias decisiones es un país intervenido de facto y a la espera de que lo salven… o lo rescaten, ya veremos.

De momento quienes podría darnos ‘lecciones’ de comportamiento irracional son algunas (muchas) comunidades autónomas), varias de las cuales van a tener que ser rescatadas por el mismo Estado que está a la espera de que lo salven a él, creándose una espiral kafkiana de rescatados y rescatadores.

En primer lugar la Comunidad Valenciana, esa comunidad idílica y modélica en lo que a gestión pública se refiere en palabras de estadistas de la talla de Francisco Camps, Carlos Fabra o Rita Barberá.

Y quisieron demostrar aquello de que quien golpea primero, golpea dos veces, ya que en un primer momento anunciaron, en boca de su vicepresidente, José Ciscar, que iban a pedir una ayuda de más de 2.000 millones de euros. Y desde luego que van a ser de más de 2.000 millones: el Consejero de Economía, Industria y Comercio, Máximo Buch, ha cifrado en 3.500 millones de euros la necesidad de liquidez hasta final de año. Una cifra que demuestra la racionalidad de la gestión autonómica.

Después vino Murcia, aunque más modesta que sus vecinos del norte, que ‘solo’ pedirá 300 millones al Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Más modesta pero también más tímida e indecisa a la hora de presentar su petición, ya que primero era que sí que acudirían al Fondo, después que no, y finalmente de nuevo que sí. Y todo eso en tres días. Un discurso coherente y racional.

La medalla de bronce es para Cataluña, que esta mañana ha anunciado su intención de acudir al fondo de rescate autonómico. De manera racional el Conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, lo ha adelantado en una entrevista en… la BBC.

De momento desconocemos cuál será la cuarta comunidad (y siguientes) que se adhieren al Fondo de Liquidez Autonómico. Candidatas no faltan.

Lo que está más claro es que en lugar de Ministros y Consejeros de Economía, quizás nos vendrían mejor psiquiatras que nos ayudaran a entender tantos comportamientos irracionales.

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