jano y el ornitorrinco

01/07/2013

WordPress me envía un mensaje para decirme que el blog cumple 2 años. Hace un año, con motivo del primer aniversario, escribí un post que hacía un balance cuantitativo, cualitativo y geográfico de la vida de un blog que sinceramente no pensaba que iba a llegar a cumplir un año. Y menos aún que llegaría al segundo aniversario.

Muchas cosas han cambiado desde ese 28 de junio de 2011 cuando el ornitorrinco apareció en el mundo virtual. Y creo que en ese tiempo nunca he explicado convenientemente su origen, y sobre todo, el porqué de su nombre.

Todo empezó en una práctica de un curso sobre redes sociales que hice en mi anterior trabajo. Hoy, dos años después, ese trabajo no permanece pero el blog sí. La práctica era muy sencilla: había que registrar un blog, escribir un artículo y compartirlo con el resto de los compañeros del curso. Hasta ese momento nunca me había planteado escribir un blog y el hecho de tener que crear uno para una práctica de un curso tampoco me parecía la manera más segura de que tuviera continuidad en el tiempo.

Sin embargo, ya que me ponía me pareció buena idea ponerle un nombre original pero a la vez simbólico. Informal en la forma pero serio en el fondo. Por si acaso me daba por continuar escribiendo después de acabar el curso…

Pensando en el nombre me acordé de un texto que leí en mi época de estudiante de sociología: ‘Jano y el ornitorrinco: aspectos de la complejidad social‘, de Ramón Ramos Torre. El texto era un capítulo de un libro colectivo titulado ‘ Complejidad y teoría social‘, y que estaba coordinado por Alfonso Pérez-Agote e Ignacio Sánchez de la Yncera. Este último era profesor mío en la carrera y fue él quien nos recomendó su lectura.

El autor del texto utiliza una doble metáfora para tratar la complejidad social: Jano y el Ornitorrinco.

Jano es un dios romano, representado con dos caras, una mira hacia delante (el futuro) y otra hacia atrás (el pasado), una imagen que incluye dos realidades heterogéneas e incompatibles. Una cara es el mundo conocido, hecho y determinado del pasado, y otra es el desconocido, incierto y posible en el futuro. Jano es la imagen de la ambivalencia.

El ornitorrinco, por su parte, es un mamífero semiacuático; con un hocico semejante al pico de un pato, patas de nutria y cola de castor. Es mamífero pero pone huevos en vez de parir crías vivas. Para mayor desconcierto resulta que es venenoso, algo insólito en un mamífero. Animal contradictorio que rompe los esquemas de la zoología.

No hay, por tanto, animal más sociológico que el ornitorrinco. Y no hay imagen más sociológica que la del dios Jano con sus dos perfiles. Ambos, Jano y el ornitorrinco, están representados en este blog desde hace dos años.

PD. Jano en latín es Ianus. Por si os preguntáis por mi nick en twitter.